Acercándome a los 60 años, después de superar algunas depresiones, varios matrimonios, aventuras y desventuras variadas, puedo decir que SÍ, que hay esperanza. Se puede alcanzar suficiente paz y armonía como para atravesar con desahogo los desafíos que todos afrontamos en la vida. Incluso con etapas de gozo y alegría, sí. He pasado la navidad …
