Comprender las crisis

La relación con los libros es algo muy personal. Con los de autoayuda, también. Unos están bien y otros fatal escritos, hay autores rigurosos y cantamañanas, los hay básicos y especializados. A medida que evolucionamos, cambiamos el tipo de lecturas; mientras más profundizamos en el conocimiento y la propia experiencia, somos más exigentes y nos vamos decantando por corrientes, ideologías o sistemas de pensamiento con los que nos identificamos. A veces, un buen libro de un tema de interés puede que a mí me haga exhalar un entusiasta !AJÁ¡ y a otro lo deje frío como un témpano. A pesar de todos estos condicionantes, me pide el cuerpo compartir poco a poco -para no saturar- algunos de los libros que más me ayudaron en esta etapa. Aunque hace ya tiempo que los leí, mantienen su valor y espero que sean de provecho.

La depresión y el cuerpo, de Alexander Lowen

Lowen es, junto con John Pierrakos, el creador de la sicoterapia bioenergética. Se hizo analizar tras una crisis por Wilhem Reich, discípulo de Freud, y dejó la abogacía para estudiar medicina y sicoterapia. Consagró su vida a investigar, como su analista, la relación del cuerpo con la psique.

Toda su obra es apasionante (Me encanta «El Narcisismo», me ayudó a entender a muchos hombres que me rodean) pero este libro sencillo y ágil, me hizo comprender cómo caí en la profunda depresión de la que creo estar saliendo. ENTENDER no es suficiente, pero ayuda muchísimo.

Para él, la depresión se basa en la pérdida del amor de la madre en la infancia, que no se termina de aceptar y se busca compensar infructuosamente con relaciones o adicciones y siempre va acompañada por la CULPA. Nadie puede dar hoy el apoyo que faltó, llenar ese vacío, sólo podemos hacerlo nosotros mismos. Pretender otra cosa es vivir fuera de la realidad, en la fantasía de alcanzar esa compensación imposible. Solo la persona que ama, se expresa plenamente y es libre interiormente (sin “deberías” autoimpuestos y muchas veces inconscientes) puede alcanzar la autorealización.

El deprimido no tiene capacidad de respuesta, está aplanado física y mentalmente y ha perdido la conexión con las sensaciones del cuerpo. Para recuperarse,dice,  es imprescindible volver a sentirlo, expresar las emociones bloqueadas, generalmente empezando a expresar la rabia contenida y la pena.

Propone diversos ejercicios muy simples, dando especial importancia a la respiración, como complemento a una terapia cognitiva, basada en el análisis verbal. Relata algunos casos muy interesantes de pacientes que trató, las técnicas que usó y cómo evolucionaron. Me parece un libro imprescindible para quien atraviese una depresión o tenga alguien cerca en ese trance.

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La tormentosa búsqueda del ser, Christina y Stananislav Grof

El siquiatra Stan Grof, junto a su mujer y antes paciente, Christina, exponen en este libro una novedosa forma de entender y afrontar las enfermedades mentales. Para ellos, muchas veces no son más que crisis, por muy angustiosas e incapacitantes que sean, cuyos síntomas no siempre conviene suprimir mediante medicinas y hospitalización. Se trata con frecuencia de la “emergencia” espiritual, un proceso doloroso pero natural de crecimiento que sólo necesita acompañamiento especializado para que produzca sus frutos, para aprovechar su gran potencial terapéutico.

El siquiatra, ateo de procedencia y de mente abierta, considera que la sociedad, y más concretamente la ciencia, ha centrado la concepción de la realidad exclusivamente en lo que se puede ver y tocar dejando de lado aspectos intangibles e inefables como el misterio de la vida misma o la dimensión espiritual de la persona. Es uno de los padres, junto a especialistas de otras disciplinas, de la sicología transpersonal que cada vez más se abre paso en occidente.

El Dr.Grof difundió por todo el mundo su terapia basada en la Respiración Holotrópica. Esta técnica se realiza en grupo y con asistencia especializada y consigue provocar estados alterados de conciencia mediante la hiperventilación. Pretenden conseguir que la persona pueda saber qué no se está expresando de ella misma y necesita hacerlo para recuperar la salud. Dentro de cada uno de nosotros existe un “sanador interno”, vinculado a la intuición, que se activa en estos estados.

Hacen una detallada descripción, con un lenguaje muy sencillo y ameno, de la diferencia de estos estados y la verdadera enfermedad mental con causa biológica, y que necesita tratamientos convencionales, y da pautas para sobrellevar los angustiosos trances a quienes los padecen y a los que les acompañan.

A mí me ayudó muchísimo este libro para entender, aceptar y acompañar a uno de mis hijos en la difícil y angustiosa crisis que durante años atravesó: dolorosamente él, impotentes los que le rodeábamos.

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Sé amable contigo mismo, Kristin Neff

Este libro se centra en el estudio de la compasión hacia uno mismo: qué es y qué repercusión tiene en nuestra forma de vivir, en nuestro sufrimiento, en nuestras relaciones. Autocompasión no entendida como lástima, auto complacencia, resignación o pasividad, sino como comprensión profunda y aceptación amorosa de la realidad interna y externa que somos y vivimos en cada momento.

La compasión implica reconocer el sufrimiento de los demás, sentir bondad hacia ellos, y deseo de aliviarles, así como comprender que todos somos imperfectos y frágiles. La autocompasión tiene los mismos componentes, pero para experimentarla primero debemos abrir nuestra percepción, nuestra consciencia: reconocer y sentir que sufrimos es el primer paso para poder aceptarlo con compasión.

La autora diferencia bien entre autocompasión y autoestima, y afirma que ésta última está supeditada a los éxitos o fracasos circunstanciales y no tiene un efecto duradero ni estable en nuestro bienestar.

Tenemos un crítico dentro en permanente estado de acecho, evaluando, comparando, condenando nuestras acciones y errores. A veces sentimos que fallamos, o que la vida no cumple con nuestras expectativas y nos sentimos culpables, avergonzados, nos castigamos. Es un lastre que nos hace sufrir, nos impide abrirnos a la paz, al amor y a la alegría innata que todos llevamos dentro.

Dice Kristin que si nos damos afecto y consuelo incondicionales, aceptando la experiencia humana tal cual es, con el gozo y también el dolor, evitamos conductas destructivas como el miedo, la negatividad o el aislamiento. Analiza con detalle mecanismos de automaltrato como la autocrítica, que obedece tanto a una actitud sumisa como a un deseo más oculto de superioridad, así como la repercusión de la autocompasión en las relaciones de pareja, en la sexualidad o con los hijos.

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En la base de su propuesta está el mindfulness, tomar conciencia de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos y poner distancia con ellos para poder actuar en vez de reaccionar, para gestionarnos adecuadamente, sin dejarnos arrastrar por las tendencias instaladas en nosotros, muchas veces desde la infancia.

Usa un lenguaje ameno, sencillo atravesado con toques de humor y mucha ternura. Valoro muchísimo la valentía y la humildad con que la autora cuenta a lo largo del libro su propia historia al hilo de lo que va explicando. Se desnuda y detalla sus errores y fracasos en las relaciones de pareja o en la difícil situación de su hijo, a la que pudo dar un giro y vivir como una oportunidad para ser aún más dichosa. Todo un ejemplo.